Por casi dos décadas, Rostros Ocultos ha sido uno de los grupos con mayor éxito dentro del rock en español. Su música ha sido coreada por diferentes generaciones de todo el país, soportando el paso del tiempo con frescura y mejorando cada día su propuesta sonora. 5 discos y cientos de conciertos en cada rincón del país lo dicen todo... Rostros Ocultos es uno de los pilares del rock mexicano.
Internados en las diferentes fusiones del rock en la década de los 80, en un contexto poco tolerante para los jóvenes con gustos ajenos a los estereotipos impuestos por los medios masivos de comunicación. Dos jóvenes tapatíos comenzaron a hacer rock energético en 1984.
Arturo Ybarra, guitarrista del grupo Mask, banda donde también participaba José Fors en las vocales; y Cala, vocalista del proyecto Los Clips; decidieron unir sus metas como músicos, para formar un grupo que fuera un espejo de sus vidas, de sus ideales como jóvenes, sus sueños y utopías, sus desencantos, amores y desamores. Este nuevo proyecto fue bautizado como Montana.
Montana comenzó a tocar con una generación considerada la vieja escuela del rock en español. Gente como El Tri, Kenny y los Eléctricos, Ritmo Peligroso, o hasta los mismos Sombrero Verde (hoy MANA), en esa época Green Hat, establecieron las bases de la actual escena rockera mexicana.
La magia de Montana quedó expresa en su primer disco: “Quiero más”, mostrando un estilo fresco, ligero y envolvente. La banda comenzó a reclutar seguidores por todo el país, sus letras en español causaban revuelo en la juventud que, a gritos, exigía música que pudiera entender, en la que se pudiera reflejar.
“El final” fue su primer sencillo, sin duda, todo un himno, uno de los temas más clásicos y representativos del rock en español.
Montana realizó varias giras con gran éxito y, después de cambiar de nombre a Rostros Ocultos, debido a la constante relación que se le daba al nombre con la compañía cigarrera (QUE SI LOS PATROCINO), participó en “La Movida”, una propuesta que reclutaba a pioneros del rock en castellano como: La Orquesta Mondragón, Nacha Pop, Olé Olé, Alaska y Dinarama, de España; y Rostros Ocultos, Primer Nivel, D’tnt y Bruno Danza, de México. “La Movida” marcaría las bases de lo que llamarían “Rock en tu idioma”, un movimiento que hizo famosos a grupos como Caifanes.
El primer disco con el nombre Rostros Ocultos fue “Disparado”, una éxitosa producción que se movió rápidamente gracias a sencillos como: “Mujer desechable”, “Quisiera que estuvieras aquí” y “El último adiós”. La banda se escuchaba más sólida y eso podía notarse también en los conciertos. Lo mejor, estaba por venir.
“Abre tu corazón” fue su tercer disco, nombre tomado del primer sencillo, un tema considerado como legendario, festejado por generaciones en cada uno de sus conciertos, impregnando una energía y positivismo difícil de olvidar. Pero “Abre tu corazón” no sólo incluía un hit, temas como “Tiempo de cambiar” o “Bailemos en la Oscuridad”, despegaron en las listas de popularidad y fueron pasionalmente recibidos en cada una de sus presentaciones, posicionando a Rostros Ocultos, como una banda de culto dentro del rock hecho en México.
Rostros Ocultos tuvo como invitados en esta tercera producción a gente como Andrés Calamaro, Alejandra Guzmán y Kenny, finalizando la mezcla del disco en Argentina. La gira promocional se extendió durante 2 arduos años, compartiendo escenario con gente como Soda Stereo, Miguel Ríos, Enanitos Verdes, incluso, Caifanes.
Seguir con la Historia de Rostros Ocultos.
Estábamos anclados en 1990 con frío hasta la médula en Zacatecas cuando El Cala nos peseó por la jeta sus rolas... No podíamos más que referenciarlas con la atmósfera enferma que nos invadía, la decadencia, la soledad, las filosofías caóticas, las amantes trastornadas, el alcohol, vaya que el alcohol por litros, las luces ámbar, los adoquines y el futuro derrumbado por las esquinas. Eran tiempos descritos en Rosas Vivas.
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