Gustavo Cerati sigue en estado grave
El cantante argentino Gustavo Cerati presenta una infección respiratoria, es tratado con antibióticos, recibe la ayuda un respirador artificial y su estado es delicado, reveló ayer el parte médico ofrecido por el Instituto Fleni, de Buenos Aires. Cerati sufrió un accidente cerebrovascular al finalizar un concierto en Caracas el 16 de mayo último y fue trasladado en un avión ambulancia hasta Argentina. Según el reporte médico, la tomografía realizada al ex líder de Soda Stereo, tras su llegada a la institución médica porteña, indicó que éste sufrió un extenso daño en el hemisferio cerebral izquierdo.
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Preocupación y aliento de fans, músicos y familiares por Cerati
11/06/10 Su ex esposa y algunos colegas de distintos países dieron sus mensajes.
Las últimas noticias sobre Gustavo Cerati generaron gran preocupación entre colegas, fans y familiares. En recitales o actos públicos, algunos músicos aprovecharon para dar su aliento al popular paciente, que permanece en estado de coma desde hace 26 días.
La ex mujer de Cerati, la chilena Cecilia Amenábar, envió un escueto aunque contundente mail al diario La Tercera, de su país: “Quiero que despiertes”, fue su mensaje. Amenábar estuvo casada con Cerati entre 1992 y 2002 y tuvieron dos hijos, Benito y Lisa.
Otros que enviaron su apoyo a Cerati, ayer, fueron los mexicanos de Café Tacuba. Durante un concierto en el Hipódromo de las Américas de ese país, ante 15.000 espectadores, interpretaron el tema de Soda Stereo “Juego de seducción”. “Este tema es para todos aquellos que por algún motivo su cuerpo no les responde y en especial para ti, Gustavo, esperamos que te recuperes, hermano”, dijo Rubén Albarrán, el vocalista.
También se refirió al estado de salud de Cerati Andrés Calamaro: “Está en mis silencios, en mis oraciones. Es un gran compañero, es un rey. Todos estamos esperando que vuelva a cantar. Mientras hay vida, hay esperanza”, dijo tras participar en la inauguración dedicado a él en el centro porteño.
La colombiana Shakira, por su parte, mandó sus deseos de recuperación para el músico con quien hace unos años trabajó para una de sus canciones. En oportunidad de un show en el festival Rock in Río, interpretó por primera vez el tema “Sale el sol”, de su nuevo disco, que dedicó a su amigo Gustavo, ante 85.000 personas.
En los últimos días también explotaron de mansajes las redes sociales Facebook y Twitter , donde los fans le dan fuerza al músico. “No hay que dejar de creer en los milagros de Dios. Y él sigue vivo. Gustavo: tú sigues vivo. Te queremos mucho. Vamos todos a seguir rezando por ti desde el centro de nuestros corazones. Dios tiene la última palabra”, dice la chilena Carla Robles en uno de los tantos grupos de Facebook abiertos luego del accidente cerebrovacular que sufrió Cerati.
Marina Figueroa, otra fan, dice: “Ojala que tanto dolor sirva para que renazca en vos un nuevo Gustavo. Ojalá que este sea sólo un proceso de Fenix, que te permita levantarte y brillar con mas intensidad que nunca”. Loly Marques agrega: “Hoy siento que este es un mal sueño que estoy viviendo, que me voy a desperatar y sé que vas estar de nuevo en el escenario”. Otros, como Gabi Suárez, muestran su bronca e impotencia:”¡Despertate, carajo!”, dice.
Los fans convocaron para el próximo domingo, en el Planetario porteño, a una cadena de oración por el músico .
Estas muestras de afecto se sumaron a las que habían tenido lugar días después de que Cerati sufriera el ACV. Como la carta que Zeta Bosio, ex compañero de Soda, publicó en Clarín : “Lo único que podemos hacer hoy en día es esperar que esto se resuelva de la mejor manera. Gustavo está en manos de Dios y todos tenemos mucha fe”, decía entonces. Lilian Clark, madre de Gustavo, también había dejado su deseo: “Gustavito, adelante querido, mamita te está esperando”.
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Gustavo Cerati: El desconocido círculo familiar que protege al músico
Su hermana Laura, cinco años menor, y su madre, Lilian Clark, son las que controlan la información pública sobre el complejo estado del cantante argentino. Ellas son su familia más directa tras la muerte de su padre, en 1992.
Por Mauricio Jürgensen
"Las tazas sobre el mantel, la lluvia derramada". Cuando Gustavo Cerati escribió Té para tres (1990), lo hizo muerto de pena, con un nudo en la garganta. Una de las canciones más bellas y melancólicas de Canción animal hablaba sobre la enfermedad terminal -y en ese entonces recién confirmada- de su padre, Juan José Cerati, la misma que lo terminaría matando en enero de 1992. La imagen de su fracturada familia, integrada por su madre, Lilian Clark, y su hermana menor, Laura, frente a una taza de té, fue de las pocas revelaciones que el ex cantante de Soda Stereo ha hecho sobre su vida privada. La misma que ocultó celosamente de la luz pública, pero que por estos días muestra a los miembros de su núcleo más íntimo tratando de manejar de la mejor forma posible todo lo relativo a su complejo estado de salud. Esta vez, el celo viene de su madre y hermana, quienes han canalizado la información relativa al músico, que permanece internado y en estado de coma en el Insituto Fleni, de Buenos Aires. Precisamente ayer, un doctor de ese recinto hospitalario confirmó que su familia siempre supo de la gravedad del cantante y que por eso han decidido controlar privadamente los datos oficiales sobre el tratamiento.
Té para tres no fue la única canción que Cerati compuso inspirado en su padre. En el disco Colores santos (1992), que grabó junto a Daniel Melero, el músico firmó Tu medicina, donde con frases como "esperando el trago amargo tu medicina amarga medicina besaré la cruz", ya empezaba a despedirse de su padre, que fue clave en el desarrollo de su carrera artística. De profesión contador e ingeniero, Juan José Cerati tuvo una larga carrera en la empresa petrolera Exxon, la misma que luego se conocería como Esso, pero a mediados de los 80, y cuando el éxito de la banda de su único hijo se convertía en un asunto serio y rentable, decidió dedicarse a manejar los destinos financieros de Soda Stereo. Más aún, fundó la editorial "J.J.C.", donde reunió todo el repertorio firmado por su hijo Gustavo Adrián, labor que heredó Laura, cuando Juan José falleció.
La hermana de Cerati ha sido históricamente una de las personas más cercanas del cantante. La mujer que hoy supervisa cada palabra que se sube a la página oficial del músico, dando cuenta de su condición médica, se desempeñó por años como sicoanalista y recién hace un par de años decidió estudiar teatro, alentada por su hermano, según contó en una de las pocas declaraciones públicas que ha hecho en su vida. De hecho, a fines de 2009, Gustavo asistió con sus dos hijos -Lisa y Benito- a una función de estreno de la obra Cegados de amor segado, basada en tres comedias de Chéjov, y donde Laura interpretó el rol de Popova. Laura también tuvo un papel clave en la fundación del grupo: Charly Alberti la llamó para invitarla a salir y ahí Cerati con Bosio se enteran que este chico toca batería y deciden sumarlo a la banda.
Laura no ha dicho ninguna palabra sobre la crisis de su hermano (y de hecho fue ella la que se enfrentó duramente con la modelo Chloe Bello, de 22 años, que es la última novia de Cerati y que el domingo estuvo a punto de ir a hablar al programa de Susana Giménez). Pero Lilian Clark, la madre del músico, conmovió a sus seguidores cuando antes de partir a Venezuela (que fue donde el cantante permaneció internado por 23 días desde el 15 de mayo que sufrió el infarto cerebral), habló por teléfono con la cadena TN, de Argentina, y dijo: "Ese chico rubio va a volver, tu mamita te espera". También silencioso ha sido el sufrimiento de sus hijos -de 14 y 16 años, con quienes veranea sagradamente cada mes de enero en la casa que tiene en Punta del Este-, a quienes su madre, Cecilia Amenábar, ha protegido con todo para que no sean fotografiados por la prensa.
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"¡CERATI, NO TE NOS MUERAS NUNCA!"
Hace unos 3 años escribí esta nota:
Como todo un individuo adolescente socialmente irresponsable, un día me lancé desde Guanajuato (donde vivía) a León, al concierto de Soda Stereo. Era 1988. Como era instructor de manejo de chavos de alcurnia y nivel, carro sí traía, y convenciendo al mocoso, hasta para la botana. Un compañero de la prepa se nos pegó también y puso el varo para la gasolina. Ahí vamos a León. Como traíamos boletos en preferente, la fila estaba desahogada y éramos de los primeros. Aquella tarde casi noche, Soda Stereo se bajó de un autobús sin que nadie los pelara, se camuflajearon entre los locos que iban vestidos como ellos. Yo los reconocí. Le dije al mocoso del carro que se quedara en la fila y fui al encuentro del grupo. Sólo atiné a decirle a Gustavo: "Cerati, no te nos mueras nunca", él se detuvo, me saludó y dijo: "alguna vez estuvo a punto de pasarme", y se despidió. Un excelente concierto, un recuerdo pacheco.
Se hizo post para la serie Recuerdos Pachecos de Blog Escombrismo y posteriormente para éste. Sin embargo hay que terminarlo, precisarlo, corregirlo y curarle las heridas de una mutilación y darle otra presentación debido a un intercambio de recuerdos con Walter, alucines extras de Uriel y evocaciones surgidas a raíz de lo acontecido con Gustavo, y me he concentrado en profundizar la historia empezando en las últimas horas a recordar ese lejano momento en que Cerati y yo dialogamos justo en la entrada de la banda al auditorio.
Hace 22 años Soda Stereo ofreció un excelente concierto en el Auditorio Municipal (hoy Domo de la Feria) de León. Ya se ganaban el éxito con cada presentación de su gira y sus 6 años de carrera en ascenso, sin embargo bajaron de un autobús de pasajeros nada ostentoso (digamos viejo), caminaron entre los fans que iban llegando sin que se notara su presencia del baño de pueblo leonés que se estaban dando y porque se camuflajaron entre quienes vestían imitándoles. Era 1988. Algunos los reconocieron pero reaccionaron tarde, los Soda Stereo caminaban a paso un tanto más rápido que el resto. Iban acompañados de los músicos y staff. De quienes reconocieron a Soda cuando se aproximaban al acceso fue Lupillo, uno de mis acompañantes en esa aventura de preparatoriano cuevanense en la fila de preferente en un concierto de Soda Stereo. El otro acompañante se quedó cuidando los lugares mientras Lupillo y yo caminábamos al encuentro con el grupo.
¿Son? No... A ver... ¡Sí son!
Había una malla ciclónica que dividía el estacionamiento de donde venía Soda y la plancha de concreto del acceso de preferente. Ahí como a veinte metros los interceptamos en ángulo de 90º, me adelanté y saludé a Gustavo, le dije eufórico: "¡CERATI, NO TE NOS MUERAS NUNCA!". Cerati me vio, se sonrió, bajó el paso lo suficiente para ser amable conmigo en esas circunstancias y me dijo: "ALGUNA VEZ ESTUVO A PUNTO DE PASARME" y continuó, de repente a mis espaldas siento un golpe leve de una chica que se abalanzaba a abrazar a Cerati. Eso lo hizo detenerse, la abrazó por unos segundos fugaces, en ese momento, entonces por la sorpresa, la alegría, que seguía ahí enfrente de mí, qué sé yo, le seguí con el diálogo, ya sabiendo que sería todo, cada quien a su lado, le dije lo primero que me vino a la cabeza: "¡NO! ¡NUNCA!", pero lo gran persona de este cuate lo hizo aún volver la cabeza hacia mí para vernos bien a los ojos mientras reanudaba su paso caminando rumbo a la entrada de los artistas y me prometió: "ESTÁ BIEN, NO VOLVERÁ A PASAR".
Para esas alturas de la llegada de Soda Stereo ya eran varios más los que se habían dado cuenta que eran ellos, pero ya estaban subiendo las escaleras cuando se reunió más raza a gritarles, además de que en realidad habíamos muy pocos asistentes porque eran como dos o tres horas antes del concierto. Ahí formados en preferente, siendo de los primeros 10 ó 15, teníamos la puerta a mano y nos aventamos todo el ensayo de la banda, luego ya el concierto, de lujo.
Claro que esta historia pasó a ser parte de la mitología y alucinología de Los Locos, por lo que está marcada por las imprecisiones de la carrilla, el chacoteo, relajo o la literatura evocativa del evento y sus contextos circundantes. Me agarro lo más que puedo a lo que fielmente pasó.
Le grité a Cerati "¡CERATI, NO TE NOS MUERAS NUNCA!" porque esa misma frase le envía cada año por telegrama un tío a Serrat. Se la robé para expresarla en vivo hace 22 años a Gustavo cerati, un maestro y pilar del escombrismo. Un abrazo solidario y lleno de los mejores deseos.
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