1. En el tren que me llevó hasta Madrid la semana pasada leo Tras las huellas del capitán Sabina de Christian Masello. Este libro de poco más de cien páginas lo ha publicado El ángel caído, editorial canaria que dirige Adolfo García Darriba y que pretende crear una línea de publicaciones dedicadas a la canción de autor. Masello es un periodista y escritor argentino cuyo entusiasmo por la obra de Sabina queda ejemplarmente constatado en esta especie de reportaje períodístico en el que nos adentramos en ciertas claves del cantautor jiennense a través de los testimonios de compañeros de oficio y de sus músicos de absoluta confianza,
Para el sabiniano español el libro posee el interés suplementario de ahondar en las relaciones absolutamente especiales que Sabina ha establecido con los argentinos. En el talante de Sabina hay mucho de la esencia del tango que se filtra en sus propias creaciones, en su lírica de los puertos y de los tugurios, de las heridas de la madrugada y los amores desgraciados. En Sabina se cruza la sombra del polaco Goyeneche con la figura endiosada de Maradona.
Masello habla del antes y después de los excesos en Sabina, del cambio en su manera de ver el mundo y de concebir canciones. Compara su ayer con su nueva vida al lado de poetas como Luis García Montero que le dibujó un apreciable autorretrato en "Nube negra". Encontramos en el libro testimonios de gente diversa como Aute, Silvio Rodríguez, Pancho Varona u Olga Román. Ismael Serrano es otro de los cantautores convocados en Tras las huellas del capitán sabina. Reivindica el Sabina más oculto, el de una canción como "Y si amanece por fin", no tan renombrada.
Sabina confiesa a Masello que no sería el mismo sin la adulta sabiduría de Leonard Cohen al que califica con cierto atrevimiento como el mejor poeta anglosajón contemporáneo. Los mundos de Sabina y de Cohen convergen porque son mundos en los que habitan buenas canciones. Masello lo sabe y lo refleja en esta crónica apasionada en la que asoman también Iván Noble y Adriana Varela que firma el prólogo.
Seguir leyendo en LOS OFICIOS DEL DILETANTE, de Luis García Gil.
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2 comentarios:
Me ha gustado mucho lo que has escrito de Sabina. Es un personaje irrepetible. Mis felicitaciones. Saludos. Victoria.
Lo ha escrito mi buen amigo Luis García Gil:
LOS OFICIOS DEL DILETANTE.
Saludos.
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